En el área de la construcción, el desarrollo de nuevas
tecnologías plantea una mejor gestión en estas ciencias aplicadas, en función
de todos los elementos constructivos que intervienen en el mismo. Estas
tecnologías, inclinados a permitir la creación de espacios arquitectónicos más
cómodos y versátiles, deben al mismo tiempo mantener criterios basados en una
arquitectura sustentable. Sin embargo, la construcción es una de las causas de
mayor impacto en el medio ambiente, pues consume hasta 60% de los materiales
extraídos de la tierra y su utilización en la actividad constructiva genera la
mitad de las emisiones de CO2 hacia la atmósfera.
Estos factores se incrementan cuando se levantan
edificaciones, donde los materiales y los sistemas constructivos no cumplen con
las condiciones de sustentabilidad necesarias para evitar daños al medio
ambiente, resulta sumamente complejo crear un espacio de salud y bienestar. Por
tal motivo, las tecnologías también deben tender a garantizar la existencia de
un medio ecológico y el permanente contacto con él, aportando la calidad de
vida requerida.
Las edificaciones inteligentes ofrecen sistemas de
seguridad y control de acceso, climatización integral, ascensores con sistemas
de optimización de flujo, servicios de datos, voz, seguridad o entretenimiento
de forma integrada, e incorporan en esa estructura dispositivos y terminales de
comunicaciones, audiovisuales y de tele asistencia, que facilitan al usuario la
utilización de todos los servicios.
Por el lado de la sustentabilidad como búsqueda
constante del bienestar humano sin dañar el equilibrio del ambiente y sus
recursos naturales se debe considerar lo importante que es mantener en la
construcción de las edificaciones estos criterios: antes, durante y después,
para garantizar la calidad de los espacios construidos, la racionalidad
energética y la disminución del impacto medioambiental, creando arquitectura
sustentable.